Responden Amanda Goya y Esperanza Molleda
Por Julieta Miguélez
PdF: ¿Desde cuándo está en la Red? ¿Cómo llegó allí?
Amanda Goya: Estoy en la Red desde su origen, que fue posterior a la creación del Nucep en 1999 a raíz del cisma que sacudió a la AMP en ese año. La Red nació en 2015, por expreso deseo de Vilma Coccoz, quien bajo los auspicios de J.A. Miller tomó la iniciativa de crearla e invitó a Gustavo Dessal para coordinar esta nueva experiencia de prácticas clínicas que se les ofrece a los que terminan la Tétrada, personas en formación, que se analizan, que ya se han autorizado a la práctica clínica y que controlan regularmente su práctica. Para el Nucep había sido hasta entonces una asignatura pendiente en la formación la oferta de prácticas bajo control. Los docentes del Nucep fueron invitados a formar parte del equipo, pero ninguno se incluyó después de un cierto tiempo de decantación, salvo yo misma, que tuve claro desde el primer día mi deseo de participar en esta experiencia de psicoanálisis aplicado a lo social, a sujetos que nunca habrían llegado a nuestras consultas. Hoy, después de casi diez años, renuevo mi convicción de que es una excelente manera de hacer pasar la peste de uno a uno, como llamó Freud al psicoanálisis en el momento de desembarcar en EE.UU. Con la modestia que corresponde decirlo, La Red constituye un cierto polo de transferencia con el psicoanálisis aplicado de orientación lacaniana en Madrid, no es la única, por supuesto. Es una doble experiencia de asistencia y de formación, inscribiéndose en el mismo surco trazado por los CPCTs (Centros Psicoanalíticos de Consultas y Tratamientos) que fueron creados por las Escuelas de la AMP en los comienzos del siglo XXI, y que durante unos años focalizaron el interés de gran parte del Campo Freudiano. Eran los tiempos de investigar los efectos subjetivos que podía producir un dispositivo gratuito y de tiempo limitado, 16 sesiones como máximo, que podían enmarcarse en lo que J.A. Miller llamó la teoría de los ciclos.
Tampoco podemos dejar de mencionar la filiación freudiana de la que derivan este tipo de prácticas. Al finalizar la primera guerra, en el Congreso de Budapest, Freud planteó la necesidad de crear centros psicoanalíticos para tratar de manera gratuita a los más afectados, los traumatizados por la guerra, que eran miles, y que no podían acceder a un tratamiento psicoanalítico al uso. Así fue que se creó el Instituto Berlín, donde se gestó durante una década una confluencia entre terapéutica, formación y enseñanza. También en Viena, al amparo de la República de Weimar, se vivió una época de oro para la formación, la extensión y la terapéutica analítica, que se llevó a cabo hasta la llegada de los nazis en 1933, como bien lo demuestra el excelente libro de Laura Sokolowsy Freud y los berlineses. [1]
Esperanza Molleda: Llegué a la Red al curso siguiente de empezar como Adjunta a la docencia en el Nucep. En ese momento, coordinaban la Red Vilma Coccoz y Amanda Goya y solicité entrar como colaboradora. Sabía de la Red por algunos ex participantes para los que había sido una experiencia muy enriquecedora.
A lo largo de toda mi formación clínica, siempre me había encontrado con la falta de algún tipo de dispositivo que permitiera acercarse a la clínica, y no solo quedarse en la teoría o en el análisis de casos de otros.
En otros países como Argentina o Francia, la cultura del psicoanálisis está mucho más permeada en la sociedad, pero en España una vez que uno se autoriza a la práctica clínica, no es tan fácil ir recibiendo demandas para poder continuar la formación como psicoanalista. La Red ofrece esta posibilidad.
Por otro lado, por mis marcas singulares existe un deseo de que el psicoanálisis llegue personas con pocos recursos, para las que no es fácil acceder de otro modo a una escucha psicoanalítica. La Red ofrecía, en este sentido, una nueva modalidad de dar cauce a este deseo que empezó por trabajar en los Servicios Sociales y continuó con la colaboración durante unos años en el CPA.
Por ambas razones, me parecía una iniciativa muy valiosa a la que quería unirme.
Un año después, coincidió que Vilma Coccoz se trasladaba de ciudad, y desde la coordinación del Nucep y de la Red me ofrecieron la posibilidad de incorporarme a la coordinación.
PdF: Si tuviera que definir el dispositivo de la Red ¿cómo lo haría?
Amanda Goya: Empiezo por describir cómo funciona el dispositivo. Es muy sencillo, contamos con un teléfono al que llaman las personas interesadas en realizar un tratamiento por la palabra, que han sabido de la existencia de la Red habitualmente por el boca a boca. Llegan pacientes derivados por algunos profesionales que trabajan en la red pública, o por algún educador, o por otros pacientes que han pasado por la Red, o por colegas de la Escuela. El primer contacto es una entrevista de admisión que toma una de las dos coordinadoras, primero para valorar si el paciente es apto para la Red, no tomamos pacientes graves que puedan requerir una hospitalización, porque no contamos con un apoyo institucional apropiado. Luego se elabora un informe de la entrevista, es decir, una primera lectura clínica del que ha sido entrevistado, entre las dos decidimos a quien derivarlo, y se envía dicho informe al terapeuta elegido. El equipo terapéutico se reúne mensualmente y en cada reunión alguno de los terapeutas presenta un caso que lleva, previamente enviado al equipo, para luego dedicar la reunión a conversar sobre el caso presentado, diagnóstico, dirección de la cura, etc. Este es el corazón del dispositivo, las conversaciones clínicas que suscita cada caso y que nos enseñan mucho.
Los terapeutas del equipo también se constituyen en dos carteles de investigación sobre los temas candentes de la clínica actual, por ejemplo, las psicosis ordinarias. El equipo permuta cada dos años.
Esperanza Molleda: La Red es un dispositivo de formación que ofrece el entrelazamiento de tres dimensiones fundamentales para formarse como psicoanalistas: la posibilidad de recibir demandas de atención desde la realidad social de los padecimientos actuales; la posibilidad de controlar los casos a través del taller mensual de presentación de casos y del control gratuito con la mayoría de los docentes del Nucep, y la posibilidad de continuar la formación teórica en primera persona a partir del trabajo en un cartel.
PdF: ¿Cuál cree que es el papel de una institución así en la formación de un analista?
Amanda Goya: He dado ya algunas pinceladas en las dos respuestas anteriores para responder a esta pregunta. Una institución de estas características es un eslabón muy importante en la formación de analistas, porque se practica, se controla, se conversa, se estudia, y sobre todo, porque cada uno expone, se expone a la crítica de los demás. Lo comprobamos cuando hay permutación del equipo y se hace un balance de la experiencia. Los testimonios van siempre en esta dirección, lo que cada uno ha podido aprender, que es siempre singular. Cada uno llega hasta donde su propio recorrido analítico le ha permitido llegar, puesto que la columna vertebral de la formación es la experiencia analítica de cada practicante.
Esperanza Molleda: Cuando una persona decide formarse en psicoanálisis con el deseo de llegar a ejercer como psicoanalista, creo que hay dos momentos claves. El primero es puntual, tiene la lógica del instante y es cuando uno se decide a tomar un paciente por primera vez. El segundo, es largo en el tiempo y tiene que ver con llegar a sostener una clínica en el tiempo y pasar así a la “formación del analista” permanente que compete a la vida de Escuela. En este sentido, me parece que el papel de la Red es fundamental en el paso intermedio entre la formación académica que dispensa el Nucep y la “formación del analista” permanente que pasa por el compromiso con la Escuela.
PdF: ¿Cuáles son los requisitos que se necesitan para poder ingresar?
Esperanza Molleda: Los requisitos que se piden en la Red se sostienen en cuatro puntos: formación teórica previa que pasa por terminar la formación en la Tétrada; estar en análisis; haberse autorizado previamente a ejercer la práctica clínica y compromiso con el control de dicha práctica.
Amanda Goya: También lo he dicho: haber terminado la Tétrada, estar en análisis, haberse autorizado para la práctica de la escucha, y controlar dicha práctica. Cuando Esperanza y yo hacemos una entrevista de admisión para entrar en el equipo, además de estas condiciones estamos atentas a la enunciación, al deseo que anima la demanda de entrar en la Red. Hay casos en los que se escucha un deseo decidido, otros en que la decisión no parece tan firme, pero en cualquiera de estos casos, siempre se trata de una apuesta que se podrá verificar en el momento de la conclusión.
Quiero dar las gracias al equipo que lleva Punto de Fuga, por el interés en hacer llegar a los lectores las líneas de trabajo que guían nuestro trabajo en la Red Psicoanalítica Madrileña.
[1] Editorial Grama. Buenos Aires 2022