Comentarios de participantes
Mi experiencia de estos dos años en la RED ha sido maravillosa y muy enseñante. Me ha permitido apostar por mi deseo de ser analista y poder autorizarme a atender pacientes tras mi participación en la Tétrada, muchos espacios del NUCEP y de la ELP, y mis años de análisis. Amanda Goya y Esperanza Molleda, como brújulas que orientan y acompañan desde el rigor cariñoso, así como cada una de las personas con las que he compartido estos años, han supuesto para mí esos otros que me han acompañado en esas autorizaciones (en plural, pues creo que la autorización ha de revisarse y darse en cada caso, sin darla nunca por sentado). Me voy muy agradecida y con un deseo decidido a seguir apostando por el psicoanálisis.
«La Red supone, en mi opinión, la progresión natural e imprescindible tras la Tétrada. Desde luego, así lo sentí. Tras cuatro años de una alta carga teórica – aún contando con los seminarios de Casos Clínicos- para mí era una necesidad otro trabajo más a pie de clínica. Y ahí es donde es fundamental la orientación que posee la Red: su enfoque horizontal, de equipo de trabajo. Es un espacio donde se diluyen las distancias, donde se conversa de tú a tú, empujando al aprendizaje conjunto. Una ética que es diferencial con respecto a otros espacios y que, para mí, ha resultado fundamental en ese momento crítico que es la puesta en práctica de la clínica lacaniana. «
La práctica y el saber hacer en formación.
Fue en mis comienzos de Tétrada cuando nos hablaron sobre el dispositivo de la Red, mi escucha fue atenta y entusiasta, la práctica podía ser posible en un espacio con orientación lacaniana.
Llega el momento de concluir los años de Tétrada y aún tratando de entender los conceptos lacanianos, podría decir que había asumido leer a Lacan y no entender todo, asimismo mi deseo estaba puesto allí.
La admisión a la Red fue el comienzo de un recorrido que me llevó a poner en práctica los conceptos teóricos y el psicoanálisis lacaniano aplicado.
El psicoanálisis llega a la ciudad, con este dispositivo es una manera de hacer posible ese acercamiento, tal vez algunos pacientes por sus condiciones particulares no llegarían a nuestras consultas.
La experiencia de la Red es tan amplia como singular, alojamos a veces casos complejos, que nos hacen pregunta, nos llevan a estudiar, leer y controlar nuestra práctica siempre bajo la escucha de un analista que nos orienta y nos brinda cierta brújula en la orientación a la cura.
El trabajo en la Red abre todo un campo de estudio e interroga constantemente al saber, el caso por caso es supervisado por otros psicoanalistas, el control como uno de los pilares donde podemos alojar nuestra posición como terapeutas, nuestra línea de trabajo orientada en las intervenciones y la escucha.
En los dos años transcurridos en la Red tenemos la posibilidad de atender distintos pacientes, con algunos el recorrido que dura la Red donde la transferencia se establece, es por transferencia donde los pacientes realizan su propio recorrido singular, es en esta singularidad de cada paciente que tratamos de formalizar el síntoma de cada sujeto, para esto hay un recorrido, no igual para todos y es a través de la palabra.
Una vez concluido el ciclo en la Red, diría que no hay despedida, es un seguir en este
entusiasmo que nos genera recibir y alojar la singularidad de cada sujeto, para seguir
retomando lecturas y estudio en la enseñanza del caso por caso.
Charo Sánchez
La Red para mí es la mejor manera de articular la práctica y la teoría analítica al lado de dos analistas extraordinarias. El cierre perfecto de la Tétrada.