Juanito: el despertar en el cuerpo

Por Aline Elizabeth Marino de Oliveira.

Del cuerpo para el cuerpo con el cuerpo desde el cuerpo y hasta el cuerpo”.

Antonin Artaud [1]

El significante viviente designado por Lacan para especificar el cuerpo me remite al cuerpo como sede del goce. Cuerpo como sede de goce fue la brújula que utilicé para leer el caso Juanito y la cual me propició hacerme muchas preguntas.

Cuerpo viviente, cuerpo hablante, ¿de qué hablamos?

¿Qué es la vida? Del cuerpo vivo al cuerpo hablante, ¿cómo se da eso?

¿Cómo es posible anudar palabra y cuerpo?

Lacan en el Seminario libro 20, p.32 plantea que “no sabemos que es estar vivo a no ser por esto, que un cuerpo es algo que se goza. No se goza sino corporeizándolo de manera significante”. El significante que marca el cuerpo pertenece a lalengua, que precede al lenguaje y es compuesta por “los equívocos, las rimas, otros laleos que sonorizan lo simbólico. No sirve para comunicación, es goce” y encierra efectos que son afectos que permanecen enigmáticos [2]. Me gustó el modo como Horne se refiere a las resonancias de lalengua “no son una sino son como una orquestra sinfónica antes de comenzar, en la cual cada uno afina su instrumento [3]”. “El significante percute el cuerpo haciendo que surja el goce, goce silencioso que encuentra su lugar de escritura en el cuerpo [4]”.

Entonces, ¿cómo se anudan palabra y cuerpo?

Sobre ese anudamiento, Horne explica que “El instante en el que se sucede el acontecimiento de cuerpo (encarnación) es cuando el significante Uniano en su entrada contingente en el cuerpo abre un espacio de vida humana en movimiento que toma consistencia de substancia gozante (…) lo significante toma vida haciéndose cuerpo. El significante deja de ser significante y pasa a existir como cuerpo, o sea, existe no siendo más lo que era. La imagen es llamada a la función de extraer, capturar lo simbólico de su condición de goce, es decir de cuerpo gozante para que retorne su condición de ser significante [5]”.

Nacemos con un organismo y construimos un cuerpo. Wilma nos hace acordar que “el cuerpo viviente cae en las aguas del lenguaje pero dependerá de una insondable decisión del ser el despuntar de la pesquisa para incluirse – en una dialéctica con el deseo del Otro – en el discurso del Otro. Desde el inicio de la vida y en cada encrucijada vital es preciso encontrar las palabras que permitan mantenerse a flote, evitando así sucumbir a la pulsión de muerte [6]”.

Decido parar por aquí mis divagaciones e ir al caso Juanito.

Juanito es un niño vivo, curioso, observador, cuestionador, que da a conocer a su padre y a Freud sus procesos de pensamientos. As vueltas con el enigma de la sexualidad, él va contando sus intentos frente a la ausencia de saber implicado en el encuentro con un goce que incide sobre su cuerpo. Con los recursos que tiene, Juanito va construyendo su neurosis infantil.

El primer rasgo de la orden de lo sexual en Juanito es un interés particularmente vivo por su “hace-pipí”. El niño está disfrutando de sus primeras erecciones recurrentes de la práctica masturbatoria. Hay un placer que irrumpe en su cuerpo que lo pone frente a algo que no sabe lo que es, ni de dónde vino y que lo incita a un intento de simbolización, pero no hay representación para definirlo y la angustia se va interponiendo. “El goce que le ha resultado le es extraño, hasta el punto de estar en el principio de su fobia [7]”.

Lo sexual estalla en el momento en que el niño es incapaz de dirigirlo a un receptor y de fabricar conocimientos para absorber esta realidad del sexo [8]”. “No hay código que permita al sujeto descifrar lo que le ocurre y de lo que no sabe por qué le llega ni qué quiere decir. Y que, sin embargo, lo toma a su cargo. Frente a esta falla se constituirán las teorías sexuales infantiles, y se van a construir las diversas identificaciones de la infancia [9]”.

Lacan en la Conferencia de Ginebra plantea que “en ciertos seres, el encuentro con su propia erección no es para nada autoerótico, es todo lo que hay de más hétero y produce sensaciones ajenas al propio cuerpo: es un disfrute percibido como proveniente del exterior [10]”. Un goce que irrumpe como siendo algo enigmático, extranjero, insensato y fuera de sentido.

Me acuerdo de dos relatos de sesiones de análisis con niños. En uno, la analista cuenta sobre un niño de 2 años, que tuvo una erección durante la sesión. El niño baja su pantalón, apunta para su pene con los ojos bien abiertos y fijos, y con perplejidad dice repetidamente y sin cesar: “mira, mira, mira, mira….”. En otro, la analista relata sobre una niña con Síndrome de Down que quita toda su ropa y empieza a masturbarse durante la sesión.

Dos fragmentos que me hacen pensar en el momento en que hay una exigencia de goce que emerge en el cuerpo, que convoca, perturba, agita y que impele a un acto.

Lo sexual hace la diferencia, y toca a psicoanálisis preservar esta singularidad y bordear esta novedad cuando produce demasiada violencia [11]”.

¿Cómo la sexualidad llega a los niños?

Freud enfatiza que negar la existencia de la sexualidad infantil y sofocar la curiosidad sobre el tema solamente sirve para atizar aún más el deseo de los niños de saber sobre el sexo, “tanto más se les oculte algo, más maliciarán la verdad [12]”. Freud no encuentra fundamento para que se niegue al niño el esclarecimiento que pide su apetito de saber afirmando que lo sexual debe ser tratado desde el comienzo en un pie de igualdad con todas las otras cosas dignas de ser conocidas. “El esfuerzo de saber de los niños despierta bajo del aguijón de las pulsiones que los gobiernan [13]”. Los impulsos parciales y la comparación imaginaria de los cuerpos componen el terreno donde se funda la experiencia infantil. La percepción de los genitales del otro tiene consecuencias decisivas. “El ansia de saber más, satisfecha sólo en parte, sólo en secreto, exacerba el corazón y corrompe la fantasía [14]”.

Esthela Solano en su conferencia Bricolaje [15] nos brinda con un relato sobre sus teorías sexuales y el doloroso momento en que, frente al embarazo de la madre, se da cuenta de que la cigüeña no existe. Algo semejante ocurre con Juanito frente al nacimiento de Hanna. Esthela y Juanito pasan a cuestionarse sobre lo que gira alrededor de la llegada de los bebés y en ambos se afianza una desconfianza en relación con los dichos de los padres, pero, cada uno, a su modo, irá a elaborar una respuesta que venga a sustituir la anterior.

En ese momento se abre un abanico de cuestiones lógicas y existenciales importantes, ambos se deparan con la angustiante pregunta inherente a la sexualidad, al origen de la vida, a la procreación, al deseo del Otro. Ellos tienen que haberse con los afectos despertados por la existencia de un nuevo miembro, no deseado por ellos, en la familia y con el hecho de no haber sido suficiente para colmar la falta de sus padres. ¿Como admitir el hecho de no ser el único para el Otro?

Confrontado con la pregunta sobre el deseo de los padres en cuanto hombre y mujer, Juanito pasa a ocuparse de entender ¿Qué es un padre? ¿Qué lugar ocupa en la trama familiar? ¿Qué tiene que ver el padre con el hijo, puesto que es la madre quien lo trae al mundo? Tales preguntas no van sin el lugar que su madre ocupa en su imaginario.

La cuestión, nos advierte Solano, es que la sexualidad para los seres hablantes no tiene nada de natural, lo que difiere de los animales que cuentan con un programa instintivo, un saber que señaliza exactamente cuando, como y con que finalidad un macho debe acercarse de una hembra. No hay inscripción en el inconsciente de lo que es ser una niña o un niño, una mujer para un hombre y viceversa, o como un cuerpo goza sexualmente de otro cuerpo.

La sexualidad sigue siendo un agujero que el lenguaje viene a bordear pero hay un imposible de ser totalizado por el saber que se mantiene. Eso es lo que Juanito enseña a su padre, o sea, que el saber se queda reducido a fragmentos.

Lo que el niño hace es construir sus respuestas fantasmáticas, a las cuales recurrirá frente al enigma de su deseo y del deseo del Otro. Aunque sean olvidadas, esas respuestas seguirán activas en el inconsciente componiendo la trama fantasmática que orienta el deseo sexual. “El inconsciente en ese sentido es la respuesta singular inventada por cada sujeto para responder a lo real, o sea, aquello fuera de sentido relativo a vida, a la reproducción, a la sexualidad y a la muerte [16]”.

“Lo que cuenta para cada sujeto es el modo como se anudó la trilogía – amor, deseo y goce – que sostiene y orienta un sujeto en la vida [17]”.

Notas y referencias bibliográficas

[1] Rahimi, A. (2008). La piedra de la paciencia (Sangue sabur), p.05. Nuevos Tiempos Ediciones Siruela.

[2] Castanet, H. (2020). Cuando el cuerpo se deshace: momentos de la psicosis, p. 08. Olivos: Grama Ediciones.

[3] Horne, B. (2017). El misterio del cuerpo hablante. Sitio web: http://www.revistavirtualia.com/storage/articulos/pdf/jjdYLGkhW9Z2sKCqYfpdPNZCM4nyManN9eiGX0qw.pdf

[4] Castanet, Loc. Cit.

[5] Horne, Loc. Cit.

[6] Coccoz, W. (2017). Freud, un despertar de la humanidad, p.105. España: Editorial Gredos.

[7] Lacan, J. (1975). Conferencia en Ginebra sobre el síntoma, p. 21. Sitio web: https://lacanterafreudiana.com.ar/2.5.1.25%20%20%20%20CONFERENCIA%20EN%20GINEBRA%20SOBRE%20EL%20SINTOMA,%201975.pdf

[8] Bussières, V. (2020). La sexuación de los niños: ¿está interpretando la realidad del sexo? Sitio Web: https://institut-enfant.fr/zappeur-jie6/la-sexuation-des-enfants-est-ce-interpreter-le-reel-du-sexe/

[9] Roy, D. (2019). Cuatro perspectivas sobre la diferencia sexual. Sitio Web: http://www.revistarayuela.com/es/006/template.php?file=notas/cuatro-perspectivas-sobre-la-diferencia-sexual.html

[10] Lacan, Op. Cit., p. 20.

[11] Roy, D. Loc. Cit.

[12] Freud, S. (1907). El esclarecimiento sexual del niño (Carta abierta al doctor M. Fürst), p. 116. En Obras Completas, Vol IX. Buenos Aires: Amorrortu editores.

[13] Freud, S. (1908). Sobre las teorías sexuales infantiles, p.189. En Obras Completas, Vol IX. Buenos Aires: Amorrortu editores.

[14] Freud, S. (1907), Loc. Cit.

[15] Solano, E. (2016). Bricolajes: los niños producto de la ciencia. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=0t6mB6Z0b2k&ab_channel=scfdonosti. Acceso en 01/10/2020.

[16] Solano, Ibid.

[17] Solano, Ibid.